domingo, 24 de marzo de 2013

Dufay

Guillaume Dufay
Como toda la producción musical del siglo xv, la obra de Dufay se articula en torno a tres grandes géneros: la misa, el motete, la canción. Pero en la misa es donde el músico puso lo mejor de sí mismo, al menos su mayor originalidad. El alcance de su técnica en el ámbito de los procedimientos cíclicos y en el de la polifonía, su equilibrio entre la técnica y la sensibilidad, son notables.
Las misas


Guillaume Dufay

Dufay compuso ocho (quizá nueve) misas y treinta y ocho fragmentos de misas. La utilización de éstos en el ordinario de la misa es tardía. Algunos están reunidos por pares (Gloria-Credo o Sanctus-Agnus) o por tríos (Kvrie-Gloria-Credo o Kyrie-Sanctus-Agnus); no todos están escritos a tres voces, sino a veces a cuatro, y algunos tienen su cantus firmus  al superius. Estos distintos aspectos y otros procedimientos más tardíos de composición permiten situar ciertas piezas aisladas en el segundo tercio del siglo. Una de ellas, el Gloria ad modum tubae, construido en un doble canon, el de las dos voces superiores y el ostinato de los dos instrumentos inferiores, recuerda a la caccia italiana del Trecento y prefigura las grandes formas barrocas, el grounc/, el pasacalle y la chacona.
Más que una transición entre dos estilos, la Missa Sancti Jacobi y su semejante (Sancti Anthonii Viennensis) testimonian por su conjunto vocal reducido y por sus vacilaciones ante el lugar del cantus firmus —al tenor o al superius— el agotamiento de una técnica arcaica y la premonición de otra, humanizada y equilibrada. Su voluntad de conceder a todas las voces igual importancia y un carácter más melódico, ya manifiesta en el Gloria y el Credo de Missa Sancti Anthonii, se afirma claramente en las misas Caput y La Mort de Saint Gothard: los pasajes alternados a dos o tres y cuatro voces se esfuerzan por variar el equilibrio sonoro y la interpretación del texto; el incipit está a partir de ahora elaborado con una especie de «memoria del futuro»; las cuatro a siete medidas iniciales del Kyrie están repetidas en las demás piezas; el tenor, bien recurre a preocupaciones matemáticas próximas al espíritu de la variación (Caput), o bien actúa en todas las partes por impregnación contra-puntística (Saint Gothard).
Aunque todavía mantenga la confrontación de los dos bloques (can-tus-contratenor y tenor-bassus), en la obra posterior de Dufay se advierten ya signos de modernidad: un cierto paralelismo entre los bloques, el uso bastante abundante de la imitación, el aspecto ya tonal de la armonía, afirmada por los movimientos cadenciales de cuarta y de quinta de la base.


Guillaume Dufay (h. 1400-Cambrai, 1474)
Entra, a partir de 1409. en la escuela de Cambrai (¿hasta 1418?); volvemos a encontrarle al servicio de los Malatesta en Italia. de la capilla pontifical en Roma y Florencia de 1428 a 1437. Entre tanto, y antes de su vuelta a Cambrai en 1445. frecuenta la corte de Saboya. Sus desplazamientos son siempre numerosos. Rodeado de honores, gozando de una buena renta, pasa en Cambrai los treinta últimos años de su vida.




fuentes: libros, internet, historía de la música.

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