Sonido inarticulado arrancado al hombre por el dolor o las pasiones. El esfuerzo vocal necesario para la produción del grito supera las condiciones normales de la emisión de la voz cantada. Los compositores que lo han introducido en escenas particularmente patéticas lo han indicado, en ocasiones, sin notarlo; así lo hizo Wagner en Tristan e Iseo, acto segundo, escena tercera, en que escribió sobre el pentagrama que contiene la parte de Bargaine: "da un grito agudo"; pero por lo común, el grado en que debe ser proferido el grito fijado por la notación. En algunas obras contemporáneas se observa el empleo de una forma de nota. Debussy figuró con una nota losanjeada el sol sobre el cual Melisande da un grito de espanto al ver a los tres pobres sentados en la gruta ( Pelléas et Mélisande, acto II, escena III). Dukas se sirvió del mismo signo para indicar el grito que dan las seis mujkeres, cuando Ariana rompe la ventana del subterráneo (Ariana y Barba Azul, acto II).
Se da el nombre de gritos a los sonidos vocales en que se diferencian musicalmente las inflexiones de la voz, sin que haya canto propiamente dicho.Tales son los gritos de los mercaderes y de los trabajadores de ciertos oficios, de los cuales han sacado magnífico partido descriptivo los autores de diferente épocas. Ya lo intentaron los contrapuntistas italianosdel siglo XV; en el siglo XVI, Clément Janequin hizo de los "gritos de París" el tejido musical de una de sus más célebres canciones a cuatro voces. Algunos motivos parecidos fueron lo que dió gran éxito a una escena de La Fanchonnette, de Clapisson (1856), antes de que fuesen encuadrados, con un arte maravilloso, en una escena de Louise, de G. Charpentier (1900).
El grito es emisión tambien de cada especie animal. El grito trasmitido por herencia, constituye un lenguage para los individuos de una misma especie. Su elemento primordial inmediatamente reconocible reside en el timbre, pero existe en las especies superiores una construcción melódica y rítmica. Aunque sea difícil reproducirlos musicalmente, los gritos de los animales han sido notados más o menos aproximadamente por numerosos compositores, que los han introducido en sus obras.
José Luis
Diccionario de la música : Michel Brenet edición 1946.