jueves, 9 de febrero de 2012

Las cuatro estaciones de Vivaldi


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El estilo de Vivaldi es único. Creó su estilo dando de yantar a su oído con numerosas melodías que tocaba de su violín tintado de frescura e inmensa fuerza, el cuál destellaba de sus cuerdas un ambiente a veces indolente y otras demasiado sensacionalista.
Aunque Tomaso Albinoni fue en cierto modo un precursor de la obra de Vivaldi, sin duda las aportaciones de este último en el ámbito del concierto para solista permiten otorgarle la paternidad de esta forma musical. La estructura del concierto vivaldiano es tripartira, siguiendo el esquema rápido-lento-rápido. En los movimientos rápidos las variadas y brillantes entradas del solista se interclan entre las diversas apariciones de la orquesta ( ritornelli), que van repitiendo total o parcialmente un breve tema expuesto al principio del movimiento. En los episodios confiados al solista la oruqesta se sitúa en un segundo plano, ejerciendo una mera función de apoyo al virtuoso; éste trabaja sobre un tema generalmente simple, que se repite varias veces hasta ahogarlas posibilidades y desembocar en una nueva aparición de la orquesta, que repite el ritornello. Los movimientos centrales, lentos, suelen ser cortos, y tienenun marcado caráter lírico; su estructura puede oscilar entre una disposión similar a la de los movimientos extremos y una más o menoslibre evolución del solista sobre un fondo orquestal. En algunos casoso puede incluso darse la momentánea desaparición del solista, quedando confiado todo el segundo movimiento a la orquesta en solitario.
En cuanto al estilo compositivo, el concierto se caracteriza en Vivaldi por un vehemente sentido lírico de corte genuinamente italiano, una sonoridad sensual y arrebatadora que revela un profundo conocimiento del color orquestal y, finalmente, por un ímpetu rítmico muy atrevido, que, sin embargo, está siempre bajo control y fluye con prodigiosidad naturalidad.


׺°"˜`"°º× PRIMAVERA ׺°"˜`"°º×

Se trata así de buscar, por este orden, alusiones musicales a una alegre danza pastoral que nos sitúe en la bondad climatológica de los meses templados. Trata de personificar la primavera con un sorprendete duelo de trinos de pajarillos a cargo de los violines, de ahí a un ondulante murmullo de fuentes frescas y generosas seguida de una tempestad, tan violenta -despliegue de truenos y rayos- como pasajera. El movimiento se cierra con el canto de los pajarillos en medio de la bucólica danza inicial, que de hecho funciona como estribillo.
El juego es tan sencillo que me permito abreviarlo a guión.

׺°"˜`"°º× VERANO ׺°"˜`"°º×

También en este concierto el primer movimiento abarca los ocho primeros versos. El tema inicial a cargo de la orquesta es laso como el verano italiano, mas pronto el violín se libra a nuevas imitaciones ornitológicas, que se ven interrumpidas por agitados vientos orquestales. El lánguido llanto del pastor ocupa la última entrada del solista. Una inefable sensación de reposo, sólo truncada por las casi brutales entradas de las cuerdas graves, constituye el núcleo del segundo movimiento. Los presagios de tempestad anunciados en el tiempo central se hacen realidad en el tercer movimiento, que evoca una formidable tormenta de verano.

Del sueño de los hombres, animales y toda la naturaleza bajo el insoportable calor; se despierta el cuco -jejeje-.
De este sueño general, al irritante zumbido de moscas y moscones mientras retumba los trueno de una borrasca lejana.
Por fin, ya en el presto; la tempestad del verano en toda su grandeza con fulminantes pasajes virtuosísticos del solista, el cual da replica con truenos y vientos el tutti orquestal.



׺°"˜`"°º× OTOÑO ׺°"˜`"°º×

Ene medio de los bailes y canciones que los versos sugieren, parece que sea el violín solista el que haya apariciones así parecen atestiguarlo. El segundo movimiento recrea el hermoso goce de un dulcísimo sueño. Nunca el beato sueño del borracho fue descrito de manera tan benévola y perros enfurecidos campan a sus anchas en el tercer movimiento

Ya, la fiesta popular por las buenas cosechas del año; al borracho se le reconoce inmediatamente por las inciertas progresiones descendentes y ascendentes del violin solista que alterna con la danza.


׺°"˜`"°º× INVIERNO ׺°"˜`"°º×

El invierno es el más débil de los conciertos que integran Las cuatro estaciones; con todo, hay que reconocer que el primer movimiento está realmente traspasado por vientos gélidos. El segundo movimiento, muy agradable, nos situa en un cálido interior, mientras fuera las goras de lluvia, sugeridas por las cuerdas en pizzicato, resbalan en los cristales. Giros, espirales y alguna caída en el hielo inaguran el tercer movimiento, en el que todos los vientos orquestales en guerra, gobernados por Vivaldi, cierran el concierto y el ciclo

Largo... en un alarde de inventiva, la melodía del solista reproduce todo el confort y la calidez de quien tiene la dicha de pasar el invierno junto al hogar y su todavia no existente -calefacción!-. Los violines describen la lluvia tras los cristales.


* En fin, la única pega de Vivaldi es que escribe no para el connaisseur, sino para quienes no distinguen una blanca de una semifusa. Buscaba el pública mas amplio, masivo diriamos hoy -con el tema de OT-, pero sin publicidad. Aún así recrea esplendidos pasaje.
Via: Chabi

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