Su excitante forma de tocar le valió el reconocimiento de infinidad de músicos que querían a toda costa tenerlo en sus filas. Así, tras la banda de Henderson entre 1936 y 1937, siguió la de Gene Krupa, un batería absolutamente explosivo que le ayudó a consolidarse como la mejor trompeta de jazz en aquellos años. En 1944 firmó con la orquesta de Artie Shaw, un músico que luchó lo indecible por tener en su grupo blanco a músicos negros. Roy Eldridge, fue victima del racismo y tuvo que dejar la banda a pesar de los esfuerzos de su jefe por persuadirle.
En los años cincuenta, fue fichado por la organización de Norman Granz, y como tantos otros músicos formó parte de numerosos proyectos, giras, conciertos y grabaciones en el entorno del JATP. Allí permaneció hasta el final de su carrera siendo el sello Pablo, propiedad de Norman Granz, testigo de su éxito
De Jazz,vino, y literatura
Roy Eldridge dejó una huella imperecedera en otro trompetistas más jovenes, como Dizzy Gillespie
o Miles Davis, que hallaron en este músico que derrochaba energía y talento una herencia a la que aferrarse y un referente más próximo a la modernidad que el que les ofrecía la casi paternal figura de Armstrong.
Discografía
After You¨ve Gone (un expléndido recorrido a través de la carrera de este mçitico trompetista).
Live in 1955 (con Coleman Hawkins).
Montreux ´77 (con Oscar Peterson)
One Is Never to Old to Swingdddd
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